SURF Y TURISMO DEPORTIVO

Clases de surf

Turismo experiencial

Estando el modelo de «sol y playa» en una fase de madurez, hay una previsión de aumento de la demanda de «turismo experiencial» y así, en los últimos años en España se están desarrollando alternativas a ese turismo tradicional.

La búsqueda de experiencias ha hecho que los turistas realicen actividades deportivas en sus períodos vacacionales. El conocido como “turismo activo” o “deporte de aventura” es una opción cada vez más demandada por los viajeros. El descenso de ríos, el barranquismo, el senderismo, la bicicleta de montaña y otros, son especialidades deportivas que encajan en este concepto de deporte caracterizado por desarrollarse en entornos naturales, tener una cierta dosis de aventura, y contar con diferentes niveles de dificultad que los convierten en actividades aptas para todos los públicos.

El surf

De esta forma cada territorio ha podido crear una oferta basada en sus características endógenas y convertir así sus recursos naturales en productos turísticos. El surf puede incluirse en esta clasificación de turismo deportivo, constituyendo, a día de hoy, la principal motivación de viaje para grupos de demanda específicos, que organiza sus desplazamientos vacacionales en función de las posibilidades de realización de esta práctica deportiva. Además, este sector está formado por personas especialmente preocupadas por la sostenibilidad medioambiental y que mantienen una actitud respetuosa con los lugares a los que se desplazan, tanto con los territorios como con la cultura (Prieto, 2008).

Orígenes del surf

No existe unanimidad entre los expertos sobre el origen del surf, aunque las teorías más repetidas son aquellas que establecen sus inicios en la Micronesia y otras islas del Pacífico sur, y también en las playas del norte de Perú.

En lo que sí existe coincidencia es en destacar la importancia que primero Hawaii (a dónde el surf llegó gracias a emigrantes de las islas polinesias, teniéndose constancia de su existencia por escritos del teniente James King en una expedición británica a la isla a finales del siglo XVII), y después California (dónde se hizo popular en los años 30´s y 40´s) han tenido en la extensión y popularización de este deporte. Tras la II Guerra Mundial el surf se extiende por el Mundo y en los años 60´s y 70´s se vive una época dorada en la que se filman múltiples películas y surge hasta un estilo de música propio (“surf rock” y “surf pop”) cuyos abanderados fueron Dick Dale, The Ventures, The Del-Tones y The Beach Boys.

En la actualidad los lugares del Mundo en los que más se ha desarrollado este deporte son Estados Unidos, Australia, Brasil y Francia.

El surf en España

El surf llega a España a finales de la década de los 60´s. Su mayor desarrollo se ha producido en Euskadi, que ha conseguido dos grandes hitos en el surf español: organizar en 8 ocasiones, en Mundaka, una de las pruebas del circuito del Campeonato del Mundo, y clasificar a un surfista, Aritz Aranburu, entre los mejores surfistas del Mundo y poder participar en dicho circuito. También en Cantabria el surf tiene una gran implantación, desarrollando en la actualidad un exitoso producto de surf en Ribamontán al Mar.

Estilo de vida

El surf, más allá de sus connotaciones deportivas, tiene otras relacionadas con las emociones y con un estilo de vida y filosofía únicas, donde incluso tiene cabida, como se ha explicado, una banda sonora propia, patrimonio de la cultura musical de tantas generaciones. El sentimiento de hospitalidad, de solidaridad, de aventura y amor a la naturaleza lo convierten en una actividad que traspasa a cualquier otra práctica deportiva.

Estas connotaciones emocionales del surf son capaces de atraer a muchas personas que se sienten identificados con su cultura y estilo de vida. De esta forma, muchas marcas intentan promocionarse intentando que sus potenciales compradores las identifiquen con los valores del surf, por lo que podemos ver muchas acciones de comunicación con imágenes de surf.

El turismo de surf, un tipo de turismo deportivo.

El inicio del turismo de surf en el Mundo se produce en la década de los años 70, siendo su motivación principal la búsqueda de la ola perfecta (Ramos, 2011: 51).

El turismo de surf es aquel realizado por personas que viajan por un periodo de tiempo que no supera los seis meses en destinos nacionales o doce meses en destinos internacionales, que se alojan al menos una noche, y cuya motivación principal es la práctica del surf (Dolnicar y  Fluker, 2003: 3).

Se estima que hay entre 10 (Buckley, 2002: 407) y 25 millones (Agencia vasca de turismo, 2009: 6) de surfistas en el Mundo, existiendo un turismo mundial de surf con un poder adquisitivo medio (Agencia vasca de turismo, 2009: 6). Anualmente se incorporan a la práctica del surf, en todo el mundo, entre medio millón (Prieto, 2008) y un millón y medio de personas (Ayuntamiento de Ribamontán al Mar, 2009: 8).

En este sentido aquellos territorios que cuenten con los recursos naturales necesarios, pueden ser destinos de surf de calidad y diferenciados; contribuyendo de este modo a la generación de empleo directo e indirecto en la población local.